sábado, 21 de marzo de 2009

Lecturas de tarot junguiano

- el mundo cósmico y el humano se encuentran -

Cuando una persona me pide una lectura preparo energéticamente el lugar y me predispongo a recibirla, previa meditación. Los antiguos consideraban que ciertos sitios eran sagrados y para demarcarlos utilizaban el círculo como protección. Esa es la idea que me guia cuando digo que preparo el lugar energéticamente: lo vuelvo sagrado, un espacio sin tiempo ni lugar en que el mensaje del tarot pueda llegar fluidamente.
En esa hora y media en que nos encontramos los relojes se detienen, los celulares se apagan, es un tiempo fuera del tiempo, en donde el mundo cósmico, primigenio, de donde surgen los arquetipos del inconsciente colectivo descubierto por Jung, se manifiestan en el mundo de los hombres. En realidad este otro mundo, el de los arquetipos, está siempre haciendo frontera, se nos manifiesta en sueños, mensajes, sincronicidades. Lamentablemente estamos demasiado ocupados para escuchar su lenguaje. Si observamos en las iglesias hay figuras de ángeles que se erigen en sus entradas, implica que el lugar es un lugar sagrado, custodiado, la idea es que cuando uno entra pueda adquirir una experiencia trascendente que lo transforme. Salimos de la iglesia y no somos los mismos, algo se ha iluminado en nosotros. Ese es mi norte, unir ambos mundos, provocar en el otro una toma de conciencia.
El aceite esencial, una gema de cuarzo, una fuente de agua, nos conectan con los elementos de la naturaleza. El aroma de los aceites nos generan sensaciones, nos despiertan emociones, abren nuestros chakras. El cuarzo nos recuerda a la energía de la tierra, su sostén, su capacidad de curación. La fuente de agua la fluidez de un río que arrastra, integra, y busca su camino hacia el mar.
Comienza la sesión, la persona se acomoda, intento que se conecte con este espacio especialmente sellado para ella. Le pido que elija una runa y la dejo apartada hasta que termine la sesión. Luego le pido que mezcle las cartas conectándose con la energía y cuando ella lo considere acomodo las cartas en círculo, doce cartas en total, doce aspectos de la existencia humana, doce signos del zodíaco.
La lectura rige para su presente y sus posibilidades futuras, no ahondo en su pasado, me interesa el hoy lleno de oportunidades. Cómo se siente, cuáles son sus anhelos, qué tránsito está atravesando. Los arquetipos representados en los doce sectores de la vida nos van mostrando pautas de conducta, patrones energéticos que se van desplegando. Estas energías que se hacen presentes van tejiendo posibilidades y desafíos a tener en cuenta. El círculo de cartas se va amalgamando y los distintos sectores empiezan a vincularse unos con otros. La persona se conecta con el panorama general de su vida: los recursos, el hogar, los vínculos familiares, el trabajo, los viajes, los estudios, el inconsciente, las amistades.
Vienen luego las preguntas. El procedimiento es el mismo: interpretar qué energía se despliega y mediante la intuición leer el mensaje. La respuesta intenta ser lo mas concreta y realista posible. No dar falsas expectativas es fundamental. A veces la respuesta del tarot se presenta confusa, ambigua, quizás es el momento adecuado para que la persona se deje fluir y confíe en que el mensaje llegará a ella por otra vía cuando esté preparada.
Antes de cerrar la sesión damos vuelta la runa. Leemos el mensaje a modo de cierre. La persona se va y el lugar recupera su impronta cotidiana. Los relojes se reanudan y las líneas telefónicas se activan.
La persona se lleva una clara dimensión de su matriz energética actual que le permitirá adquirir un sentido más real de sus cosas. Consciente ahora de sus posibilidades y desafíos a enfrentar vuelve al mundo de los hombres.

sábado, 21 de febrero de 2009

El ciclo de la mujer como fuente de poder y creatividad

En la pubertad la mujer es “iniciada” por la naturaleza, comienza así su vida como mujer adulta, capaz de generar vida, preservarla durante el tiempo del embarazo y finalmente entregar el ser engendrado al mundo. En este sentido, a diferencia del hombre que no experimenta esta iniciación, la mujer se encuentra más cerca la naturaleza y sus ciclos. En la antigüedad y aún hoy en algunas tribus australianas, los niños de trece años tienen que atravesar por iniciaciones de la mano del padre y de los sacerdotes iniciadores de la comunidad. Es una manera de compensar la ausencia natural de la iniciación que sí experimenta la mujer y se pone en práctica mediante un ritual que opera como rito de pasaje, de tal modo que el púber se convierta en adulto.
En mis cursos de tarot junguiano trabajamos a fondo el arquetipo femenino como dador de vida y también de muerte. En el caso de la mujer mi trabajo consiste en que ellas tomen conciencia de todos los aspectos. En el tarot encontramos tres figuras arquetípicas fundamentales: La Sacerdotisa simboliza el aspecto ying de la mujer, el misterio de la vida, la sabiduría, la capacidad para generar vida. Se encuentra representada en las diosas de la antigüedad tales como Ishtar, Isis, Astarté. Diosas de la fertilidad, los amantes, el amor, el sexo. Se corresponde con la luna creciente, sutil, frágil, ultra femenina, llena de promesas de fecundidad. La Emperatriz se relaciona con el arquetipo de La Madre, tanto en su aspecto nutricio como devorador, es también el símbolo de la mujer yang, la que integra su aspecto masculino y acciona. Se la vincula con las diosas protectoras del hogar y la familia. Se corresponde con la luna llena, la fecundidad total. La Luna es la hechicera, la anciana, la mujer oscura, sabia, es el aspecto femenino relacionado con la muerte, la oscuridad, la locura. Es la diosa de la noche. Se corresponde con la luna nueva que da una noche cerrada, completamente oscura.
El libro “Luna Roja” de la autora Miranda Gray indaga acerca de la relación ente el ciclo de la mujer, el arquetipo femenino en sus distintos aspectos y su vinculación con las fases de la luna. El planteo del libro es muy interesante porque reivindica el ciclo entendido como proceso evolutivo y al mundo femenino como fuente de creatividad. Afirma también que en el mundo contemporáneo tiende a considerarse a la mujer débil u hormonal debido a la aparición de la regla. Debido a esto la mujer urbana se preocupa por continuar siendo productiva y así persiste con sus actividades cotidianas “negando” su cuerpo y sus necesidades.
Así ella distingue distintas etapas. La primera se corresponde con el arquetipo de la “Anciana Oscura” va desde el día uno en que surge la regla hasta que termina. Es un período en el cual la mujer necesita retirarse del mundo externo para refugiarse en el interno, no tiene ganas de socializar, el cuerpo está inflamado y molesta, siente necesidad de estar sola. La energía involucrada en este proceso tiene que ver con la oscuridad, la muerte entendida como símbolo. La vida que pudo haberse engendrado no se concretó. El útero se dispone a limpiarse, y ella también. La mujer se deshace del mes que pasó y de todas las cuestiones que hay que soltar.
La segunda etapa se relaciona con el arquetipo de la Virgen y va desde el momento en que cesa el sangrado hasta la ovulación. La energía involucrada en este período es la de la mujer propiamente dicha, libre ya de la oscuridad, se siente plena, llena de energía, satisfecha consigo misma. Se relaciona con la luna en cuarto creciente, sutil, femenina, misteriosa.
La tercera etapa se relaciona con el arquetipo de la Madre y va desde el momento en que el óvulo es expulsado por el ovario hasta el momento en que cae en el útero sin haber sido fertilizado. Despierta en la mujer el instinto materno, se vuelve cariñosa, generosa, empática, amorosa. Si está en pareja se vuelve más compañera y comprensiva. Se corresponde con la luna llena, energía de máxima fertilidad.
La cuarta etapa se relaciona con el arquetipo de la Hechicera y rige a partir del momento en que el óvulo es expulsado hasta el día en que comienza la regla. La mujer se está preparando para ese momento, se empieza a sentir más sensible, irritable, necesita estar más tiempo sola, se siente llena de creatividad, sensualidad y sexualidad. A pesar de la incomodidad que le ocasiona el cuerpo que ya se empieza a inflamar exuda magnetismo. La intuición se agudiza. Tiene impulsos por hacer cosas que habitualmente no hace a lo largo del mes, siente especial preocupación por la limpieza, su cuerpo se está preparando para limpiarse y eliminar lo que ya no necesita. Su paciencia disminuye y suele ser muy frontal, puede herir a los otros. Inconscientemente empieza a captar el período de oscuridad que se avecina, la llegada de la regla que marca el final del ciclo.
Las etapas no son estáticas sino que se van superponiendo entre ellas. Es importante que la mujer entienda el proceso psicológico por el que atraviesa todos los meses y se ponga a tono con sus propios ritmos que no son otros que los de la naturaleza: muerte y renacimiento, como así también su conexión con la vida ya que ella es instrumento de la naturaleza.
Se suele decir que la Doncella, la mujer joven (luna creciente), la Madre (luna llena), la mujer de mediana edad, la Hechizera (luna menguante), la mujer pre-menopáusica y menopáusica y la Anciana Oscura (luna nueva), la mujer pos-menopáusica son las cuatro edades de la mujer. Es interesante descubrir que la mujer tiene la posibilidad de vivir todas ellas en un solo ciclo, ella las contiene a todas: la emprendedora, la nutricia, la intuitiva, sensual y la sabia.
En el mundo en que vivimos la mujer no cuenta con la posibilidad de retirarse a vivir su ciclo. Y peor aún las mujeres que han dejado de menstruar son devaluadas, mientras que en las culturas antiguas eran veneradas por su sabiduría ya que ellas contenían en sí mismas un gran potencial intuitivo. La sobrevaloración de la juventud que ignora y se aleja de los ritmos naturales ha hecho que la mujer que ya ha terminado su ciclo fértil, se vuelva inconsciente de su poder, se desvalorice.
Si a pesar del mundo contemporáneo la mujer pudiese conectar con la energía disponible para ella en cada etapa podría aprovechar al máximo su potencial, la creatividad disponible y así alinearse con su propio ritmo. El verdadero poder de la mujer reside en aprovechar los dones de cada etapa y fluir con ellos, poder respetarse y enseñar a los demás acompañarla en su proceso. El mundo de lo femenino es complejo y profundo y comprenderlo nos lleva a tener una existencia más plena como mujeres. La energía está disponible para nosotras mientras la luna siga mutando, sólo es cuestión de volvernos conscientes.
"Luna Roja" Miranda Gray Los dones del ciclo menstrual. Editorial Gaia

viernes, 20 de febrero de 2009

PROGRAMA DEL CURSO DE TAROT JUNGUIANO




Comienzan los cursos de tarot junguiano. Acá les dejo el programa para los interesados.
Pueden consultar mi blog: http://www.curso-de-tarot-junguiano.blogspot.com/

CURSO DE TAROT JUNGUIANO
un espacio para aprender tarot a través de los mitos, la interpretacion de los sueños y la mirada de Carl Jung
el objetivo: hacer del aprendizaje del tarot una experiencia transformadora.
dirigido a: terapeutas, psicologos, artistas y/o a cualquier persona con o sin conocimientos

La metodología: es vivencial, se utilizan las técnicas de imaginación activa, el análisis de los sueños y las sincronicidades que van surgiendo a lo largo del curso, para una comprensión más profunda de los arquetipos. Los arcanos no se estudian por orden de numeración sino de acuerdo a criterios propios del método de enseñanza.

I. NIVEL: ARCANOS MAYORES
a) introducción a la psicología junguiana: estructura psíquica (el ego conciencia, la mascara, la sombra, el self)
b) el hombre interior (el animus) - la mujer interior (el anima)
c) los tipos psicologicos y los cuatro elementos (aire-agua, fuego-tierra)
d) sincronicidad y oraculo los 22 arcanos su simbologia y su interpretacion en función de: arquetipo relacionado, caracteristicas personales, energia involucrada, propuesta del arcano, consejo, riesgos a considerar, etc:
e) N° 0 El Loco: la nada y el todo
N° 1 El Mago: el alquimista
N° 2 La Sacerdotisa: el mundo de lo femenino
N° 3 La Emperatriz: la madre, el aspecto yang de la mujer
N° 4 El Emperador: el padre
N° 5 El Hierofante: el maestro espiritual
N° 6 El Joven Enamorado: los opuestos y su union
N° 7 El Carro: el camino hacia el self
N° 8 La Justicia: la responsabilidad, la reparación
N° 9 El Ermitaño: la búsqueda de la propia luz
N° 10 La Rueda de la Fortuna: los ciclos de la vida
N° 11 La Fuerza: el animal interno
N° 12 El Colgado: la iniciación, el sacrificio, crucifixión y resurrección
N° 13 La Muerte: la disolución, desapego
N° 14 La Templanza: equilibrio, fluidez
N° 15 El Diablo: la oscuridad
N° 16 La Torre: el golpe del destino
N° 17 La Estrella: la guía del alma
N° 18 La Luna: la noche oscura
N° 19 El Sol: renacimiento
N° 20 El Juicio: el despertar, reencuentro
N° 21 El Mundo: la conquista del sí mismo


II. NIVEL AVANZADO: ARCANOS MENORES
a) los cuatro palos y los cuatro elementos. Desafios y potencialidades de cada carta
b) Mascara y sombra de cada uno de los personajes.
c) tirada astrológica: las doce casas del zodíaco aplicadas al tarot.
d) tirada de los chakras.

bibliografia: "Jung y el Tarot" de S. Nichols - "El Tarot Junguiano y su imagineria arquetipica" de R. Wang, "El Poder del mito", "El héroe de las mil caras" J. Campbell, entre otros


Mariana Burgos: Es abogada (U.B), mediadora, cursó estudios de posgrado en Comunicación Estratégica (U.B.). Desde el año 2000 se abocó al estudio e investigación de temas espirituales y psicológicos: reikista, terminó sus estudios de Astrología con Carlos de la Puente autor de “Astrología del Matrimonio” de E. Kier, Psicología Junguiana con Roberto Torres, autor de “Los Guachos” “El horóscopo del tarot”. Fue docente de Kier en 2004 en el curso “Cartomancia y Astrología”, entre otras disciplinas.

jueves, 19 de febrero de 2009

El tarot y los chakras

En mi práctica del tarot junguiano he ido descubriendo la relación que existe entre los arquetipos y los chakras principales.
Chakra en sanscrito significa “rueda”. Encontramos el primer vínculo entre el tarot y los chakras en “La Rueda de la Fortuna”, esta se relaciona con el tiempo cíclico, las distintas experiencias por las que tiene que atravesar el hombre a lo largo de su vida para conquistar su iluminación y tal como lo interpretarían los hinduistas y budistas las distintas encarnaciones del hombre antes de conquistar el atman y/o nirvana.
El primer chakra que se encuentra en la base de la columna vertebral es nuestro arraigo a la tierra. Nos conecta con el deseo de vivir en plenitud, el disfrute de los aspectos materiales de la existencia. Si este chakra está armonizado somos dadores y sostenedores de la vida, nos nutrimos a nosotros mismos y a los demás, cuidamos nuestro cuerpo, confiamos en la abundancia. Se puede relacionar este chakra con “La Emperatriz”, el arquetipo de la Madre nutricia y también de la mujer emprendedora, conciente de la belleza de la vida. Si este centro está desarmonizado nos volvemos apegados, inseguros, miedosos, retenemos lo que creemos que nos pertenece: afectos, dinero, etc. En cuanto al tarot refleja la sombra de La Emperatriz: la Madre devoradora que retiene a su hijo.
El segundo chakra, el sexual, se relaciona con nuestra capacidad para encontrarnos con el sexo opuesto y desarrollar nuestra creatividad. Si este centro está armonizado nos volvemos flexibles, intuitivos, sensoriales. Si no lo está somos dependientes emocionalmente ya que buscamos “completarnos” proyectando en el otro todo cuanto creemos que nos falta, no hay claridad en el pensamiento sino confusión y fobias. En el tarot lo podemos relacionar con “La Sacerdotisa” que representa a las diosas de la sexualidad y la fertilidad. Ella es misteriosa, intuitiva, creativa. En sombra se vuelve excesivamente emocional, confunde realidad con fantasía, se desvincula del sexo opuesto, se vuelve inalcanzable.
El tercer chakra, el centro del poder personal, nos da el coraje de plantarnos en la vida. Si este centro opera en desarmonía nos volvemos autoritarios, avasallantes. En el tarot lo relacionamos con “El Carro”, el guerrero que parte de su comunidad en busca del destino. En sombra este arcano atropella a los demás, se vuelve temerario, agresivo, destructivo.
El cuarto chakra, el centro del corazón nos conecta con el amor incondicional. Si funciona desarmónico nos volvemos fríos, apartados del resto de la humanidad. En el tarot lo podemos relacionar con “La Estrella” y “La Templanza”. La Estrella se siente una con la humanidad y comienza a trabajar para aquella, La Templanza con su energía sanadora se relaciona con el amor y el cuidado del alma.
El quinto chakra, el laríngeo se relaciona con la capacidad de comunicación a través de la palabra, bloqueado este centro trae dificultades de expresión, y a un nivel más profundo incapacidad para expresarnos con “nuestra propia voz” así como también el uso de la palabra para fines egoístas y oscuros. En el tarot lo podemos relacionar con “El Mago” quien con su vara interrelaciona el cielo y la tierra, con el don de la palabra crea y manifiesta en tierra lo ya creado previamente. En sombra El Mago es el manipulador, el estafador.
El sexto chakra, el tercer ojo, nos da intuición y visión interior, los opuestos se unen finalmente en este chakra para comprender en el séptimo centro que todo lo que existe es una ilusión. Bloqueado este centro nos vuelve superficiales, irritables, dubitativos, duales. En el tarot lo podemos relacionar con “El Ermitaño”, el sabio que lleva en sus manos una lámpara, se aparta del mundo de la dualidad y conecta con su luz interior. En sombra este arcano se vuelve huraño o es el gurú que manipula y ejerce un control perverso sobre sus seguidores.
El séptimo chakra es nuestra conexión con lo divino, con la creación entendida como un todo, con nuestra propia divinidad. En el tarot lo relacionamos con El Mundo, la conquista de nuestro self, de nuestro yo sagrado.
Así hemos visto cómo cada centro energético simboliza una pauta evolutiva que el ser humano tiene que desarrollar – tal como ocurre con el tarot - a los fines de que la energía se vaya sutilizando desde el primero hasta el último para así lograr que nuestro sistema energético funcione correctamente y podamos iluminar nuestra conciencia.
articulo publicado en la revista "El Umbral"mayo de 2009

sábado, 14 de febrero de 2009

La chamana interior

En uno de mis últimos talleres de tarot junguiano una de mis alumnas me contaba sus sueños, ya que parte del trabajo en el curso consiste en anotar los mismos y ver qué relación tienen con los arquetipos que vamos viendo a lo largo del curso. Los sueños eran verdaderamente increíbles. El que quiero compartir aquí es uno que me pareció muy revelador.
Mi alumna, una psicoanalista de mediana edad se sentía un poco abrumada con los nuevos conocimientos. Sentía que alejarse un poco de Freud para acercarse a Jung le generaba cierta inquietud. Yo intentaba estimularla, darle tranquilidad. Sus sueños revelaban que estaba en el camino correcto, no sería fácil, pero era necesario ampliar su mirada.
En varias oportunidades soñó con una anciana que se sentaba a su lado en caminos pedregosos, desérticos, paisajes que recordaban a Bolivia, la mujer simplemente la acompañaba sin decir palabra. Era una especie de indígena, parecía una mujer sabia. La anciana aparecía siempre en sus sueños de la misma manera. Un día me comentó que sentía que la mujer la acompañaba en su vida diaria, se sintió algo asustada. Le expliqué que no tenía porqué preocuparse, cuando trabajamos con los arquetipos estos se activan en nuestro inconsciente y de alguna manera los hacemos conscientes. Evidentemente, este arquetipo tenía un mensaje para ella, algo quería decirle. Le dije. “Tenés que reencontrarte con tu chamana interior”. Le propuse entonces un ejercicio que utilizaba Jung con sus pacientes, la imaginación activa. En la tranquilidad de su casa tenía que cerrar los ojos y conectarse con la chamana, verla tal cual se le había aparecido en los sueños, luego de hacer conexión iba a preguntarle si quería transmitirle algo, con el corazón abierto, en estado de meditación estaría abierta a recibir el mensaje.
Me quedé pensando en el ejercicio, me preguntaba qué resultaría de todo esto. Sin embargo, estaba segura que el resultado sería productivo, mi alumna era una mujer con una gran conexión con su alma y por otra parte, su intuición también le decía que había algo importante a descubrir.
En la siguiente clase me comentó que había realizado el ejercicio. Conectó con la imagen de la anciana y apenas lo hizo empezó a escribir sin parar hasta que perdió la noción del tiempo. En un tono casi poético su chamana le pedía que siguiera en este camino de auto-descubrimiento, que atravesara su desierto interno con esperanza, que siguiera su estrella en medio de la noche, que tenía que ser como Arica, la ciudad de la eterna primavera (el nombre de la ciudad era desconocido para ella, supo de aquella en internet). Amor, sanación, sabiduría, regeneración, esos eran los ejes del mensaje. Mientras lo leía en medio de la clase se emocionaba y yo con ella. De alguna manera sentí que el mensaje también era para mi alma, no para mi ego. Di gracias por este regalo, por la posibilidad de ser yo también la compañía de los otros en sus desiertos, en la búsqueda de su propia luz.
ARTICULO PUBLICADO EN LA REVISTA EL UMBRAL marzo 2009. todos los derechos reservados.

lunes, 9 de febrero de 2009

El tarot junguiano como herramienta terapeutica


Sabemos que el tarot es un oráculo antiguo que se utiliza mayormente con fines predictivos. Sin embargo, existen otras miradas posibles. Cuando descubrí el tarot quedé fascinada con la sabiduría que encerraba este camino de evolución de la conciencia simbolizado por los 22 arcanos mayores. Así entendí que las situaciones planteadas por el tarot no eran más que estados de conciencia, “iniciaciones”, circunstancias de la vida humana.
Más tarde conocí el tarot junguiano, que consiste en aplicar la psicología de Carl Jung al conocimiento e interpretación de los arcanos. Conceptos como sombra, inconsciente colectivo, ánima (mujer interna) ánimus (hombre interno), máscara, ego-conciencia, self están representados en los símbolos de los arcanos. El camino de individuación que plantea Jung y que consiste en integrar nuestros aspectos oscuros (la sombra), trascender el ego, unirnos a nuestro opuesto (la mujer/el hombre interno según el sexo de cada uno) y finalmente contactar con nuestra naturaleza más profunda (el self) para sentirnos plenos e integrados, está delineado en el camino del tarot, que con su sabiduría y enseñanza nos da las pautas para alcanzar ese estado de plenitud.
Cuando empecé a trabajar con el tarot de esta manera aplicando mis conocimientos de psicología junguiana y astrología con orientación psicológica, pude experimentar cómo las interpretaciones se volvían mas profundas. El pensamiento junguiano apunta a la integración de uno mismo pero a partir de un camino individual. En ese sentido el hecho de hacerse responsable de la propia vida se vuelve significante. La gente que consulta se lleva consigo mucho más que un mero “pronóstico” sobre los posibles acontecimientos externos de su vida. El mensaje que yo quiero transmitir es que finalmente son ellos los que tienen que hacerse cargo de su propio interior si es que quieren modificar el exterior, dejar de victimizarse proyectando en el entorno su propia oscuridad, buscando en el afuera al “salvador” al “héroe” de su película.
Por otra parte, en mis cursos también soy testigo diario de la transformación que opera en mis alumnos. Mi método de enseñanza no es meramente teórico sino que apunto a que se conecten con el mundo de los arquetipos desde el hemisferio derecho: el arte, la escritura, la imaginación activa etc. Incorporo lo onírico y las sincronicidades así como también los mitos y símbolos que se encuentran tanto en sus sueños como en la vida cotidiana. En cada clase se “activan” los arquetipos simbolizados por el tarot y entonces surge todo un universo de sueños, causalidades, frases, situaciones. Mediante esta vivencia de los arquetipos se logra que estos se “sientan” se interioricen, se hagan carne. La transformación conlleva todo un proceso: al principio surge el entusiasmo por el aprendizaje y lo nuevo, se suben a “El Carro” (arcano VII) luego atraviesan un desierto, se convierten en peregrinos (“El Ermitaño”) (arcano IX), y si logran seguir adelante y llegar al final del camino (“El Mundo) (arcano XXI) se llevan en el mejor de los casos un mayor acercamiento a los misterios de la vida y a su propia interioridad, al menos ese es el objetivo.
El tarot nunca reemplaza al trabajo terapéutico pero puede servir de complemento, en la medida que por medio de los arquetipos simbolizados en los arcanos la persona puede ser más consciente de sus actos, sus aspectos oscuros, el sentir ajeno, las vías de expansión de su conciencia, la integración de su psiquis.
ARTICULO PUBLICADO EN COLABORACION PARA LA REVISTA EL UMBRAL (revista para la nueva humanidad) N° 5 AÑO 47 FEBRERO 2009. todos los derechos reservados.

¿Quien escribe?

Estudié Derecho, Mediacion y tengo estudios de posgrado en Comunicación. En el año 2000 en medio de una crisis personal comencé a incursionar en la sanación espiritual. En esa época estaba transitando una "iniciación". Mi alma me llevó al encuentro de gente increíble, y poco a poco fui comprendiendo el proceso en el que me encontraba. Esos años de aprendizaje, investigación fueron cruciales en mi vida. Se podría decir que salí de la amnesia, desperté a nuevas realidades, me acerqué a los misterios de la vida, y pude conectarme con el dolor del otro.
Hoy me dedico a la sanación a través del reiki, el tarot terapéutico, la mediación, y la psicoastrología.
En esta pagina quiero compartir experiencias e información.